Debido a nuestra cultura, la familia es una institución forjada y sólida. Si vivimos una crisis actualmente a nivel social viene derivada por la deshumanización. Somos prácticamente máquinas. Pero las máquinas no ofrecen amor. El entorno familiar en muy importante para nosotros, tanto como padres, como hijos y como parejas.
La inercia y la falta de tiempo destruyen las relaciones familiaries.
La maternidad y paternidad son un gran cambio vital. Requieren mucho tiempo, escucha, paciencia, empatía y amor.
Nos requiere por completo; y a veces eso lo consideramos un robo de nuestra identidad y deriva en una crisis existencial, en un juicio sumarísimo sobre nuestra capacidad de ser padres, de sacrificio, de entrega... Nos sentimos perdidos porque no nos contaron toda la historia. Nos sentimos incluso engañados.
Aprenderemos a satisfacernos en primer lugar para poder atender a los demás después y no considerarnos egoístas por ello.
Aprenderemos a conversar y escuchar. Generaremos una buena comunicación familiar.
Aprenderemos a pedir.
Aprenderemos a gestionar el tiempo.
Aprenderemos a repartir el trabajo familiar.
Aprenderemos a trabajar en equipo.
Aprenderemos a identificar emociones y compartirlas.
Trabajaremos el miedo en relación con adolescencia y/o con la responsabilidad que nos atribuimos como padres.
Trabajaremos los valores individuales y familiares.