sep 25, 2019
Yo tiro mi dorsal.
Me cansé de esta carrera que no me lleva a la felicidad. Me cansé de huirme. Me cansé de inventarme una súper mujer que pueda con todo. Yo no quiero poder con todo; es imposible y agotador.
Feminidad versus masculinidad. Maternidad versus Competitividad.
La Reconciliación familiar no asoma por ninguna parte. La agotación familiar es obvia.
¿Cuál es el lugar de la mujer en esta sociedad? ¿Dónde está nuestro lugar?
Nos han dejado un hueco a las mujeres en este sistema, pero es un zulo, allí no podemos expandirnos, allí no podemos crecer. Es muy pequeña la parcela que está a nuestro nombre.
Nos han vendido una moto sin casco: el personaje de superwoman. La mujer es ama de casa, madre, amante, amiga, modelo y trabajadora. Nos hemos creído eso de que la mujer puede hacer más de una cosa a la vez, e incluso alardeamos de ello.
No es mi intención abrir debate alguno, pero es evidente que la figura femenina se va difuminado, se va perdiendo, se está negando.
Yo misma he desperdiciado una gran parte de mi vida dando patadas a todo. La mujer fuerte e independiente que niega y rechaza su fragilidad, que repudia la dulzura, que esconde su sensibilidad. El capitalismo está perjudicando a las mujeres. Nos están formando para ser mano de obra, para ser personas productivas y, seamos claros, la maternidad es un obstáculo para ello. Tenemos que trabajar como hombres fuera de casa y ser mujeres en ella.
Somos malabaristas con tacones renegando de nuestros instintos más básicos.
La energía femenina es intuitiva, compasiva, colaboradora, paciente, permisiva y creativa. Esta energía es la que necesitamos para ser excelentes y para ser felices.
¿Estás aceptando tu feminidad y tu creatividad?
La creatividad es incompatible con el látigo, la ansiedad , el estrés y las agendas sin tiempo libre.
Forzar la máquina pasa factura, y la máquina es nuestro cuerpo.
Corriendo con tacones no llegaremos muy lejos.
Cuando negamos una parte de nosotras, nos negamos completamente, aunque no seamos conscientes de ello.
Esto no es una guerra.
Yo no quiero ser una superwoman, yo no quiero competir, luchar, matar…
Yo no quiero vivir extenuada, yo no quiero pódiums, yo no me creo el cuento chino que me han contado.
He decidio parar y escucharme, escuchar mi cuerpo, aceptarlo y aceptarme ante todo. No quiero forzar más.
Ahora escucho mis instintos más primitivos.
Yo no quiero que mi vida sea una carrera.
Que se quede con la moto el que quiera, la mía no arranca ya.
Yo, prefiero caminar y disfrutar del paisaje
Yo tiro mi dorsal.