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DESMADRE A DEMANDA
may 1, 2021
Quizás, este Día de la madre toque DESMADRASE, desquitarse, despreocuparse, deshacerse un poquito.
“Los datos muestran que la salud mental de las mujeres se ha visto afectada por la pandemia de una forma desproporcionada”
En abril de 2020, una de cada cinco mujeres se sentía afectada por una profunda infelicidad, o incluso presentaba síntomas de depresión
Toda la población está exhausta, abatida Y desesperanzada, pero hay un sector que está sufriendo un poco más. Los motivos son varios, pero los hechos están ahí mostrándose en los estudios clínicos.
Las mujeres nos responsabilizamos, nos ocupamos y nos preocupamos más que los hombres. ¿Culpa de ellos o nuestra?
Las madres nos desbordamos más. Estamos asumiendo, quizás, demasiadas, responsabilidades, estamos olvidando que si no nos cuidamos no podremos cuidar.
En los Talleres de coaching grupal dirigidos a mujeres que realizo en Fundación Ibercaja en mi Programa MUJER MEJOR, cada vez existe mayor intervención y demanda, sobre todo en el de Asertividad, de aprender a poner límites, a decir no. Yo no creo que debamos poner límites a los demás, creo que primero debemos aprender a ponernos límites nosotras. Es nuestra obligación determinar nuestros derechos, no debemos exigir a otros que nos los reconozcan, debemos reconocerlos nosotras. No tenemos que rogar lo que nos pertenece, lo que debemos hacer es entender que es un derecho legítimo.
Nos sentimos culpables por no llegar a todo, por no llegar a tiempo y por ser infelices por ello. La culpa es consecuencia de un grado de exigencia cruel que nosotras mismas nos imponemos.
Enfocamos mal, responsabilizamos a los demás y nos hacemos flaco favor. Lo que necesitamos es permitirnos vivir, permitirnos disfrutar, permitirnos descansar, permitirnos ser. No somos haceres humamos somos seres humanos.
Estamos asumiendo lo inasumible, lo inasible, lo imposible; y nos está pasando factura.
No es cierto que las mujeres podamos hacer dos cosas a la vez. No debemos hacer dos cosas a la vez. Creo firmemente que ya toca desmadrarse, soltar tanta carga nociva.
Ya va siendo hora de ocuparse de una misma sin esperar a que sean otros quienes se ocupen de nosotras. No es egoísmo, es inteligencia. No puedes dar si tú no tienes. No puedes exigir felicidad fuera de ti. La energía, la pasión, la esperanza, no te la dan los demás, no pueden, aunque quieran.
Pon el foco en ti, desmádrate, suelta, date el derecho a parar, date el derecho a vivir. Elimina de tu vida aquello que no sea vital. Aprende a priorizar y entiende que el día tiene 24 horas. Cuestiona quién es responsable de todo lo que haces cada día.
Eso es ser libre: tomar conciencia de nuestro absoluto poder personal.
Eso es el coaching: cuestión, conciencia, búsqueda de soluciones y ACCIÓN.
¿Te atreves a desmadrarte?
