dic 28, 2020
¡Tu vida no va a mejorar porque termine el 2020 ni porque lleves ropa interior roja en nochevieja!
El día 31 de diciembre de cada año existe la ficticia sensación de comienzo e impunidad que nos permite cambiar. Serenamente podemos pedir un deseo a las doce de la noche que nos permita ser otra persona.
Yo te reto.
Que este año tu único propósito no sea dejar de fumar o apuntarte a un gimnasio, y mucho menos esperar a que todo cambie en el 2021 sin que tú lo provoques. Yo te reto a que te sientes con ese personaje que eres tú y que has creado con cada una de tus decisiones. Te reto a que le preguntes quién es y quién le gustaría ser. Yo te reto a que le preguntes a dónde quiere ir, con quién quiere vivir y en qué le gustaría trabajar. Pregúntale si es feliz, y si tú podrías hacer algo para aumentar su felicidad. Somos los diseñadores de nuestras vidas. Tenemos el poder de cambiarlas, solamente nosotros podemos hacerlo.
El día 31 doce campanadas abrirán un portón imaginario que te llevará al lugar que tú hayas decidido. Es importante tener claro antes qué te vas a dar este año, qué te vas a permitir, qué te vas a regalar, qué no vas tolerar, a qué vas a renunciar y a qué no. Es muy bonito tener una lista de cosas que deseamos pero también es muy importante tener una lista de cosas que no deseamos y que no vamos a permitir que ocurran ya jamás. Quizás el gran cambio empiece por ahí.
Y recuerda: mientras vivas, todos los días tendrán esa hora mágica: 00.00. Cada día podemos y debemos comenzar de cero. Cada día es un regalo, por eso se llama presente. Cada día es nuevo, cada día eres otro. Todo cambia. La vida no cambia solamente el día uno de Enero. Cada día es una nueva oportunidad.
Si quieres planificar conmigo el 2021, podemos diseñar un plan de acción específico durante dos horas para que puedas conseguir aquello que deseas y siempre pospones.
Y lo más importante, no dejes de agradecer al 2020 las lecciones aprendidas, ha sido un gran maestro.
¡Feliz 2021!