mar 13, 2019
La antesala de la sonrisa pausada, la necesaria sala de espera.
El lugar del abrazo, de la respiración lenta, de la mirada introspectiva.
Nos acunamos en nuestro llanto esperando una nana. Este silencio abrupto casi te obliga a recapacitar: a volver a ser capaz.
CAPAZ, adjetivo originario del latín capax y derivado del verbo capere: coger, tomar,recoger. Capax indica lo que tiene fuerte tendencia a recoger o contener en su interior, LO ESPACIOSO.
Somos seres espaciosos, podemos contener lo que deseemos.
Y eso hacemos cuando estamos tristes: bailar las lágrimas, ventilar el corazón, escucharlo ya limpio de pasado y de miedo. Así que suspiramos mucho, mucho para coger el aire que nos impulse, que nos dé nueva vida, que nos despeine, que nos recuerde que somos libres, que nos recuerde que podemos volar.
No es mal lugar la tristeza. Es un lugar de descanso, de paz, de creación. Algo se ha roto, algo se ha ido y necesitamos parar para entender cómo seguir adelante. Y el corazón nos frena, a veces en seco, a veces en mojado,
No es mal lugar la tristeza. Es sabia. Es justa. Es leal. Es muy útil. No es cruel, ni desatinada, ni terca. Si te abraza demasiado no es su culpa.
Busquemos el equilibrio en todo: en la risa y en el llanto. Busquemos la luz en todo.
En la antesala de la sonrisa pausada, hay té caliente, mimos, escucha, respeto, comprensión y mucho futuro.
No es mal lugar la tristeza.
“Hay una grieta en todo. Así es como entra la luz”
Leonard Cohen
Fotografia Andii Pop